Esta mañana estaba escuchando el podcast de The Inforium, Dond hablaban del libro de Seth Godin, The Dip.
En el episodio explicaban las diferentes situaciones en las que está bien retirarse. Seth Godin expone diferentes metáforas como un cul de sac, un lugar sin salida, como el trabajo que sabes desde hace tiempo que no vas a poder crecer más dentro de él.
O los acantilados donde pone como ejemplo cuando empiezas a fumar, al principio lo disfrutas mucho, pero luego el beneficio y el disfrute caen estrepitosamente.
Pero hay una excepción que da nombre al libro, los dips, situaciones en las que de verdad merece la pena aguantar y pasar por todas esas veces que no te apetece o tienes una y mil excusas para no hacerlo.
Y es gracioso, porque es como si la Yisel de las 12:00, mientras escuchaba el podcast. Se estuviera preparando para la de las 21:04, estando cansada y sin querer escribir ni una palabra. Pero que aun así lo está haciendo.
No pensé que hablaría tan pronto en tercera persona.
Ahora mismo estoy en un momento donde no tengo tantas cosas que renunciar, sino explorar hasta que encuentre cuáles son las que merecen la pena y cuáles se merecen superar el dip.