Los errores como cambio de perspectiva obligatoria.
Últimamente, me he aficionado a juegos de lógica, hechos de madera o metal.
Y no he podido evitar mezclarlos en mi cabeza con la reflexión de la última newsletter del año de Rodobo sobre los errores y planificar.
En estos juegos, la perspectiva es importantísima.
Lo miro, lo deshago, lo vuelvo a montar durante las veces que haga falta hasta entenderlo, poder replicarlo e incluso explicarle la solución a alguien que ve el puzzle por primera vez.
Lo que hace interesante a estos juegos son que cada vez que fallas o no consigues colocar a pieza en su lugar tienes que girar el cubo, intentar cogerlo de otra manera. Es decir, cambias de perspectiva, te obliga a hacerlo.
Y esto mismo pasa en la vida, puedes planificar muy bien, pero los baches que te encuentras por el camino lo único que hacen es ayudarte a ver una nueva perspectiva.
La planificación de como resolverlo viene después de jugar, desmontar y volver a montar.
Por eso la gente hace cursos explicando como llegaron hasta donde están o como consiguieron tal habilidad, pero ellos mismo no utilizaron un curso. Ellos jugaron, desmontaron y volvieron a montar.
Y es que solo puedes saber como llegaste a donde estás mirando atrás y sabiendo donde los puntos conectaron haciendo un camino único.